El fin del programa de las 'Golden Visa' en España, anunciado para entrar en vigor en abril de 2025, marca un cambio significativo en la política de residencia por inversión del país. Esta decisión, establecida en la ley de medidas en materia de eficiencia del servicio público de Justicia publicada recientemente en el Boletín Oficial del Estado (BOE), pone punto final a una década de otorgamiento de permisos de residencia a cambio de inversiones significativas, principalmente en el sector inmobiliario. Sin embargo, aquellos que ya solicitaron el visado antes de la entrada en vigor de la norma podrán mantener sus beneficios, incluyendo las renovaciones.
El Lujo Inmobiliario con las Golden VISA |
El fin de las 'Golden Visa' en España
¿Qué eran las 'Golden Visa'?
Implementadas en 2013 bajo el Gobierno de Mariano Rajoy, las 'Golden Visa' se introdujeron como una herramienta para atraer inversión extranjera y revitalizar sectores económicos claves, particularmente el inmobiliario, tras la crisis financiera de 2008. Bajo este esquema, los inversores extranjeros podían obtener un permiso de residencia al:
Comprar bienes inmuebles por un valor igual o superior a 500.000 euros.
Invertir al menos 1 millón de euros en empresas españolas.
Adquirir deuda pública por un mínimo de 2 millones de euros.
Crear proyectos empresariales de interés estratégico para el país.
Entre 2013 y 2023, se han concedido en España 14.576 'Golden Visa' correspondientes a inversiones en bienes inmuebles, según datos del Gobierno. ¿De dónde proceden? Los principales países de origen de los extranjeros que obtuvieron la 'Golden Visa' en España durante ese periodo fueron:
- China: 3.324 visados (22,81% del total).
- Rusia: 3.174 visados (21,78%).
- Reino Unido: 1.097 visados (7,53%).
- Estados Unidos: 756 visados (5,19%).
- Ucrania: 594 visados (4,08%).
- Irán: 430 visados (2,95%).
- Venezuela: 373 visados (2,56%).
- México: 368 visados (2,53%).
Es importante destacar que los inversores chinos y rusos representaron casi la mitad de todas las 'Golden Visa' concedidas, sumando juntos el 44,59% del total. También se observa un aumento significativo en el número de inversores rusos en los últimos años, triplicándose en comparación con hace dos años.
Este programa no solo atrajo a individuos interesados en estabilidad económica y acceso al mercado europeo, sino que también subraya cómo estos países, en particular China y Rusia, lideraron la búsqueda de oportunidades de inversión en España, consolidándose como los principales emisores de capital extranjero.
Los resultados y críticas de la medida
Aunque las 'Golden Visa' generaron una importante entrada de capital, especialmente en el sector inmobiliario de lujo, su impacto en la economía general fue más limitado de lo que podría suponerse. Veamos los puntos clave:
Beneficios observados
Impulso al mercado inmobiliario de lujo: La mayor parte de las inversiones se canalizaron hacia inmuebles de alto valor en ciudades como Madrid y Barcelona, así como en destinos turísticos exclusivos como la Costa del Sol y las Islas Baleares.
Recuperación post-crisis: Tras la crisis de 2008, ayudó a reducir el stock de viviendas de lujo y reactivó la actividad en este segmento.
Ingreso fiscal: Las transacciones inmobiliarias generaron ingresos en concepto de impuestos y tasas relacionadas.
Críticas principales
Impacto limitado en el PIB: A pesar de la entrada de capital, las inversiones asociadas a las 'Golden Visa' no tuvieron un efecto significativo en el crecimiento económico general ni en la creación de empleo sostenible.
Concentración en sectores específicos: La mayoría de las inversiones se limitaron al sector inmobiliario de lujo, sin diversificarse hacia áreas de mayor impacto económico como la tecnología o la industria.
Problemas de especulación: La demanda de inmuebles de lujo generada por estos inversores contribuyó al aumento de los precios en algunas zonas, dificultando el acceso a la vivienda para la población local.
Falta de integración económica: Muchos de los titulares de las 'Golden Visa' no participaron activamente en la economía española más allá de su inversión inicial, ya que frecuentemente utilizaban las propiedades como segunda residencia o como un "plan B" migratorio.
¿A quién beneficiaba realmente?
La Golden Visa beneficiaba principalmente a la inmigración de alto poder adquisitivo. Este programa estaba diseñado para atraer a personas con recursos económicos significativos, especialmente inversores interesados en bienes inmuebles, lo que lo convierte en una medida muy específica y diferente de las políticas migratorias orientadas a satisfacer la demanda de mano de obra en sectores clave.
Inversores de élite: Facilitaba el acceso a la residencia española (y, por extensión, a la UE) para quienes podían realizar inversiones significativas. Estas personas, en su mayoría, no contribuían directamente al mercado laboral ni a la economía productiva a gran escala, ya que su impacto se centraba en sectores limitados, como el inmobiliario de lujo.
Sector inmobiliario: Los principales beneficiados fueron los promotores, constructores y agentes de bienes raíces, especialmente aquellos enfocados en inmuebles de lujo. Se trataba de reactivar un mercado estancado tras la crisis de 2008.
Asesorías legales y financieras: Empresas y despachos especializados en la gestión de Golden Visas también se beneficiaron al ofrecer servicios a estos inversores.
Administraciones locales y estatales: Aunque indirecto, el beneficio para el gobierno residía en los impuestos relacionados con las transacciones inmobiliarias y el consumo asociado a estos inversores de alto nivel.
Impacto real en la economía
Contrario a las críticas habituales hacia la inmigración como causa de una supuesta sobrecarga en los servicios públicos, la inmigración vinculada a la Golden Visa no generaba este problema, ya que los beneficiarios rara vez utilizaban servicios sociales básicos. Sin embargo:
- El impacto económico general fue limitado: Aunque entraron miles de millones de euros al sector inmobiliario, no se tradujo en un crecimiento significativo del PIB ni en una mejora estructural de la economía española.
- Concentración en sectores de lujo: Estas inversiones no se dirigieron a áreas que generaran empleo o que fortalecieran sectores esenciales como la industria, la tecnología o los servicios públicos.
- Baja integración en la economía real: Los titulares de la Golden Visa no tenían incentivos para participar activamente en la economía productiva, ya que muchos usaban la residencia como un "plan B" o una vía para diversificar sus activos y ganar acceso a la UE.
Contraste con la inmigración laboral
La inmigración laboral, que suele ser criticada bajo el argumento de "competencia" o "carga", en realidad tiene un impacto económico muy diferente y mucho más tangible:
Satisfacción de la demanda de mano de obra: La inmigración laboral cubre vacantes en sectores esenciales como la agricultura, la construcción, la hostelería y los cuidados.
Impacto directo en el PIB: Estos trabajadores generan valor directamente a través de su empleo, contribuyen al consumo interno y pagan impuestos, lo que tiene un efecto multiplicador en la economía.
Integración socioeconómica: A diferencia de los titulares de la Golden Visa, los inmigrantes laborales suelen integrarse más profundamente en la sociedad y la economía, participando en mercados locales y comunidades.
¿La Golden Visa era la solución adecuada?
El fin de las 'Golden Visa' en España nos invita a reflexionar sobre qué tipo de política migratoria y de inversión queremos como país. Es cierto que este programa no transformó la economía de manera estructural, dejando huella solo visible en sectores específicos.
La decisión de eliminarlo plantea interrogantes: ¿Cómo competiremos en un escenario donde otros países europeos aún ofrecen este tipo de incentivos? Aunque es esencial combatir la especulación inmobiliaria y avanzar hacia un mercado más accesible, también resulta imprescindible diseñar alternativas que atraigan inversiones verdaderamente productivas y sostenibles.
El desafío está en encontrar el equilibrio: cómo captar capital extranjero sin renunciar a que esas inversiones generen un impacto tangible en el empleo, la economía y el bienestar de la población. Este cambio es una oportunidad para redefinir nuestras prioridades como sociedad y establecer un modelo que beneficie a todos, no solo a unos pocos.
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