¿Por qué los José tienen el apodo de Pepe?

¡El misterioso y enigmático origen del apodo "Pepe" para los pobres hombres llamados José! En España, es casi tan común como la paella o el flamenco que a los pobres José les llamen cariñosamente "Pepe". Pero, ¿de dónde demonios sale semejante hipocorístico que nos hace preguntarnos si José y Pepe son realmente la misma persona?

Pepa y Pepe

El Origen del Nombre Pepe. ¿Por qué a los José se les llama Pepe?

Resulta que existen varias teorías locas sobre este fenómeno tan extendido en nuestro país. La más popular es la teoría de las siglas del latín Pater Putativus (P.P.), que viene siendo algo así como "Padre Supuesto" en honor a san José, el esposo de la virgen María y el papá postizo de Jesucristo. A lo largo de los siglos, en los textos religiosos, decidieron ahorrarse la faena de escribir el largo y aburrido nombre de san José y optaron por las misteriosas siglas P.P. ¡Y así nació el apodo Pepe! Sí, amigos, una abreviatura con más intriga que la última temporada de Juego de Tronos.

 

Ahora bien, no contentos con esta explicación mágica, algunos audaces aseguran que Pepe es simplemente una versión abreviada del antiguo nombre de José en español, que era ni más ni menos que... ¡Josepe! ¿En serio? ¿Josepe? Parece más el nombre de un primo lejano del monstruo del lago Ness que el apodo de un José. Pero bueno, quién sabe, la fonética a veces nos juega malas pasadas, al igual que los políticos en campaña electoral.

 

Hoy en día, según el Instituto Nacional de Estadística, en España hay una cantidad descomunal de 686,254 hombres que responden al nombre de José. ¡A todos ellos les podemos felicitar en su santo el 19 de marzo! Sí, ese día mágico en el que se celebra también el Día del Padre en nuestro querido país. ¡Un dos por uno, señoras y señores!

 

En definitiva, aunque parezca que el apodo "Pepe" haya salido de una película de ciencia ficción, la explicación más plausible apunta a las siglas P.P. y a una abreviatura un tanto peculiar de José. Así que la próxima vez que te encuentres con un José, recuerda: puedes llamarlo Pepe y hacerle partícipe de esta gran historia llena de intrigas y abreviaturas extravagantes. ¡Viva el enigma de los nombres y los apodos peculiares!